La actriz que repone Corazón idiota dice que prioriza su carrera como actriz por sobre el mandato social de formar una familia. Sostiene que Lalola y Los exitosos Pells eran más originales que Botineras. Habla de su padre, implicado en la causa judicial por la tragedia de LAPA.
Por Gabriela Oprandi*/Diego Grillo Trubba
Playa. Viajó a Punta del Este, invitada por una marca de ropa deportiva, aunque admite que no es su lugar ideal de veraneo. Considera que a los 36, aún le resta mucho tiempo para pensar en tener hijos, y no descarta la idea de adoptar a los 50 años.
En pocos días, Carla Peterson debió atender a la prensa en dos oportunidades: la primera cuando fue a Punta del Este invitada por una marca de ropa deportiva, la segunda con motivo del reestreno en el Paseo La Plaza de la obra Corazón idiota, que coprotagoniza con Griselda Siciliani y que estará en cartel sólo por tres meses. Parte 1: Punta. Relajada, con una sonrisa que se confundía con la arena, especificó que este año hará sólo teatro.
—Además de Corazón..., se están armando proyectos: una película, y estamos hablando por una comedia en teatro.
—¿Por qué elegiste Punta del Este?
—Porque me invitaron. Nunca fue mi destino. Es un lugar para gente muy exigente. Vengo generalmente uno o dos días por algo puntual.
—¿Qué podés decir en relación a los rumores que indicaban que estabas embarazada de Mike Amigorena?
—Que todo esto es nuevo para mí. Es complicado cuando empiezan a salir publicados temas de tu vida privada, porque a mí me conocen por lo que hago y no por lo que soy. Yo soy actriz, y quiero que me sigan conociendo por eso, no por detalles de mi vida. Genera mucha pérdida de tiempo tener que salir a dar explicaciones de lo que se dice de uno. Yo soy conocida, Mike es conocido, y es un combo ideal para las revistas que venden. Con Mike estamos muy bien. No voy a decir nada más que eso.
—¿Te gustaría tener hijos con Mike?
—Sí, pero no por ahora.
Parte 2: Baires. Días más tarde, Carla sale del ensayo de Corazón idiota. El haber parado durante un mes con la obra la lleva no sólo a repasar los parlamentos, canciones y pasos –uno de los números es absolutamente renovado–, sino a volver a entrenar el cuerpo y la voz. Para ella, el regreso por la temporada de verano –impensado cuando estrenaron– implica, también, una obligación: disfrutar los tres meses que compartirá en el escenario con Griselda Siciliani, con quien no sabe cuándo podrá volver a trabajar.
—¿Cómo te tomás los mandatos sociales que indican que a tus casi 36 años ya hay que estar casada, tener hijos?
—(piensa) Hubo momentos de mi vida en que creía profundamente en esas cosas. Después me enteré de que hay una vida real, que uno hace lo que puede y con suerte, hace lo que quiere. Y si lo que quiere es casarse, tener hijos y le sale, buenísimo. Yo lo que tengo muy en claro es que siempre quise ser actriz. Cuando era más chica pensaba que la familia era lo normal, se daba solo, después me di cuenta de que hay que trabajar para sostenerla, que tiene que haber amor que la conduzca, y que hay cosas que pueden impedir que eso suceda. El tiempo dirá qué me sale. Por ahora, estoy muy contenta de lo que logré. Mis padres, por ejemplo, ya no tienen el mismo rol de hace varios años, y están felices con lo que yo soy hoy. Les gusta que me vaya bien como actriz.
—¿No te pasan factura de que no les das nietos?
—No, porque agradecen mucho todo lo que les di. Yo fui protagonista de una ficción de prime time en uno de los dos principales canales. No digo que sea una número uno, pero hice eso, y como sueño de ser actriz eso significa mucho.
—¿Sacrificarías el formar una familia por tu desarrollo actoral?
—Sacrificarlo no, podés hacer todo junto. Podés ser buena actriz y buena madre. Igual, ser buena madre...
—¿Cómo te imaginás como madre?
—No sé, supongo que bien. No es que no quiera ser madre. Qué sé yo hasta qué edad una mujer puede tener hijos. Pero también podés ser madre adoptando. Lo importante es hacerlo a tiempo para acompañarlo en el crecimiento, ¿no? Igual, hay que tener cuidado, porque te tiene que llegar en el momento justo. Ojalá al final de mi vida me dé cuenta de que fui una buena madre.
—¿Te enamoraste de Mike a un grado tal de fantasear que sea el padre de tu hijo? No digo que lo planifiques en serio, sino que el amor sea tan grande que implique esa fantasía.
—La primera vez que me enamoré sí me pasó eso, pero no es la primera vez que me enamoro. Más allá de enamorarte, hay otras cosas que tenés que encontrar en tu pareja para desear tener un hijo con él. Igual, es muy apresurado pensar en algo así, porque no salimos hace tanto tiempo. Son los inicios de la relación. Puede resultar en que tengamos hijos, pero puede que no.
—El próximo mes finaliza el juicio oral por la causa del accidente de LAPA, donde tu papá está acusado del delito de “incumplimiento de los deberes de funcionario público” porque en ese momento era director de Habilitaciones Aeronáuticas del Comando de Regiones Aéreas. ¿Cómo te lo tomás?
—La de él es una situación que debe ser horrible. Todos estos años lo acompañé. Yo podría haber estado en ese avión, él también. Lo conozco, sé cómo es y sé que todo esto es parte de su trabajo, de las responsabilidades que él tenía en su trabajo. Deseamos que todo esto se termine, y sé que mi papá puede aportar muchísimo en cuestiones de aviación civil. Con todo esto, aunque está retirado, sigue creciendo, sigue trabajando. Supongo que todo va a salir bien. Espero. Lo que deseo es que un juicio como éste, que duró tantos años, sirva para solucionar las cosas antes de que se produzcan los accidentes. Ojalá que sirva para algo bueno. Siempre le digo que ojalá que cuando todo esto termine, él consiga trabajo en algún lugar donde pueda aportar todo lo que sabe. En lo peor que puede pasar, no quiero pensar.
*Desde Punta del Este.
Sigue
‘Lalola’, ‘Pells’ y ‘Botineras’
—Tus dos grandes papeles en la televisión te llegaron como la actriz en segunda opción.
—En realidad en Pells fui la primera, pero estaba muy cansada por Lalola y dije que no. Cuando se bajó Erica Rivas, porque tenía que filmar una película, Sebastián me volvió a convocar y ya no estaba tan cansada. Por eso me cuesta ir y pedir un personaje, porque es algo que te llega y te llega en el momento justo. Si hubiera tenido mi protagónico antes, me hubiera puesto a llorar todos los días, no hubiese soportado tanta presión. Llegó justo.
—¿Viste Botineras?
—Unos fragmentos muy cortos por YouTube.
—¿Qué te parecieron?
—(piensa) No puedo decir demasiado, no sé de qué se trata. Sé que tiene un buen elenco, que ahora están haciendo un recambio. Tal vez lo que puedo decir es que me parecieron más originales Lalola y Los Pells. Más renovadores en cuanto al tema.
—¿Tenés ganas de volver a la tele?
—Sí, pero si pienso que voy a estar tantas horas, me da un poco de angustia. Pero la verdad, que me encanta. Lo mejor sería saber ahora que en cuatro meses empiezo a trabajar en la tele, porque hago los tres meses con la obra, después me tomo un mes para viajar y descansar y recién después vuelvo al ritmo televisivo. Pero viste que es algo que se maneja más en lo inmediato. Tal vez me llaman para reemplazar a alguien. La próxima vez, por cábala, ya me van a decir que habían pensado en otra que les dijo que no y que por eso me llamaron a mí.
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